domingo, 5 de junio de 2011

Y De Pronto...

Y de pronto, leyendo las líneas que nos enviamos me di cuenta que ya no hay un nosotros, que ya no puedo ni voy a poder cuidarte, que todo se fue, que ya no es. Estoy vivo, puedo querer, puedo amar, puedo cuidar. Quisiera que cada uno de los tres verbos en infinitivo de la pasado oración se relacionaran con vos: "quererte", "cuidarte", "amarte". Que duro el trabajo del minero, pero más duro es el oficio del amante, destinado a un final trágico e inevitable. Hoy vi nuestro final, me duele que nos perdamos, que nos desencontremos. Si en ese momento hubiera sabido, como ahora lo sé, que ese beso era el último, hubiera durado mucho más. Mis manos no se van a cansar de recordar tu piel, mis ojos no van a a olvidar tu mirada intensa y jamás mis oídos escucharan la armonía de tu voz en un "te quiero". Hasta siempre mi buen amante.

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